Porque hay veces que merece la pena estar metida en política, porque el orgullo es por los demás no por tí, porque no todo se compra con dinero, y porque la mejor recompensa está en ver lo contentos y orgullosos que está tu gente.
Porque a veces no importa ser alguien importante para conmover, y porque aquí todos somos importantes, y cada uno de nosotros tenemos nuestro lugar.
Y porque muchas veces las madres, las mujeres siguen siendo las grandes olvidadas, porque hoy es el día 12 de octubre y es sin duda un buen día para homenajear tambiém a TODAS y CADA UNA DE LAS MADRES.... y MUJERES
Buenas noches a todas la personas que os encontráis aquí con el deseo de presenciar y participar en el inicio de la Feria y Fiestas del Santísimo Cristo de la Veracruz.
Muchas Gracias.
Asimismo, agradezco a la corporación municipal la deferencia que ha tenido al nombrarme pregonera de la presente edición.
Quisiera dedicar mis palabras de esta noche a los hombres y mujeres de Villapalacios, pueblo pequeño desde que el mundo es mundo, situado lejos de las grandes ciudades, sin grandes dotaciones económicas, ni grandes centros culturales ni de ocio, pero formado por hombres y mujeres que hacen milagros y hazañas dignas de estar en todos los libros de historia, porque son las historias cercanas, cotidianas, sencillas y entrañables, las que crean las grandes historias de la humanidad y mueven el Mundo.
El pregón de este año, como mujer que soy, y que me da la oportunidad de dirigirme a todos vosotros, me gustaría centrarlo en las mujeres de mi pueblo, con todo el respeto y cariño a los hombres, --abuelos, padres, hermanos, tíos, primos, amigos y paisanos--, que obligados a representar el papel más serio y menos lucido, han sido siempre los mejores compañeros de viaje.
A las mujeres, y más en concreto a las MADRES, madres de todos los hombres y mujeres de Villapalacios. A las que nos precedieron y a las de hoy en día. A las abuelas, madres, hermanas, tías, primas, amigas y paisanas.
En primer lugar hablaré de las mujeres que nos precedieron, abuelas y madres que vivieron una vida en la que había menos posibilidades que en la actualidad.
- Madres que fueron nuestras primeras maestras, sin título, pues nos enseñaron las dos palabras más hermosas del mundo: la de padre y la de madre. Aquellas, la mayoría si saber leer ni escribir, SABIAN lo importante que era para sus hijos tener más formación y más cultura, por ello nos enviaban a aquellos que si la tenían: Don Eduardo Pastor, Don Aníbal, Don José, Doña Iluminada, Doña Fidela, Doña Araceli, Don Eduardo Algaba, Doña Eva, Doña Paquita, Doña Enriqueta, Don Federico o Doña Isabel.
- Madres, que también sin título, fueron nuestras primeras enfermeras, curándonos las heridas que lavaban con jabón de sosa y cubrían con vendas hechas de sabanas viejas bien hervidas y esterilizadas, dándonos las vitamina casera del huevo batido con vino y azúcar, curando quemaduras con aceite de oliva (cosa que aprendí de la Enriqueta de Toto).
- Médicas o psicólogas, que sin consultar libros ni conocer ninguna teorías sobre las dolencias, sabían con solo mirarnos, dar el diagnostico acertado, y nos
sanaban con la mejor medicina que existe, un abrazo, un beso, o con su consejo certero.
- Madres diseñadoras de altíiiiisima costura, que con un retal de casa Robustiano, Edelmiro, Julio Rodríguez, Jose Vicente, la Rosa y la Luisa, o Quijano, con sus dos "jefas de sección", la Juana y la Campos, nos cosían modelos exclusivos, para estrenar el Domingo de Ramos o el día de Santo Cristo, y que milagrosamente transformaban, sacando, metiendo, poniendo unas picunelas por aquí, o una tira bordada por allá, en nuevos modelos a estrenar por nuestros hermanos más pequeños.
- Madres cocineras de restaurantes de "mil" tenedores, que con cuatro ingredientes de los más sencillos, nos preparaban los mejores manjares del mundo.
Si yo os preguntara, ¿Cuáles son las mejores migas, las mejores gachasmigas, el mejor ajo mulero, los mejores roscos fritos o las mejores fritillas? Todos responderíamos igual ¡las de mi madre!
¡¡¡¡Ya quisieran los mejores cocineros del mundo llegarles a la suela del zapato!!!!
- Madres, mujeres que mientras sus maridos trabajaban normalmente en el campo, y sin tener estudios de economía, dirigían sus propios negocios:
La venta de la Felipa, la venta de la Juana María, la taberna de la Hilaria, la taberna de la Liberata, la tahona de la Dolores, la fábrica de jabón y la panadería de la Mercedes, el negocio de bizcochos, caramelos y deliciosos piononos de la Isabel, la churrería de la Dionisia, el quiosco ambulante de la Esperanza, o la centralita de teléfonos regentada por la Flora.
- Madres, que sin tener conocimiento de química o trabajar en un laboratorio, creaban los mejores perfumes del mundo.
- Los que sois de mi edad o mayores que yo recordareis el olor de las sabanas lavadas en Cantos Blancos, el Charco de la Cocinica, el Arroyo del Espino, la Cueva, la Bandera, los Castaños, el Cortijo de Isidoro, y que quedaban impregnadas de mil olores del campo: tomillo, espliego, romero, jara, encina, jabón de sosa y que para rematar la faena guardaban entre exquisitos membrillos.
¡¡¡¡¡¡¡Olor único!!!!!!!
Y es que ¿Hay algo que alimente, reconforte y caliente más el alma que el olor y el calor del hogar de nuestros padres?
- Mujeres, vecinas, que sin conocer entonces la palabra solidaridad, como la conocemos ahora, la llevaban a la práctica y les corría por sus venas, porque las
puertas de sus casas estaban abiertas de par en par para lo que hiciese falta. Para echar una mano en la matanza, o en la conserva, para echar un ojo al puchero, para quedarse al cuidado de los ñacos y de los mayores, mientras ellas iban a segar, a coger la aceituna, o a cocer el pan.
De sus huertas nos daban lo que cogían. En sus casas siempre nos dejaban algo los Reyes Magos.
Para sus bodas se dejaban sus platos, sus vasos o sus sillas y eran madrinas de sus hijos.Si a mí de pequeña me hubiesen preguntado si mis vecinas del Toril, los Callejones, o la Bolea, eran familias o vecinas, no lo hubiese dudado: eran mi familia.
Nunca podré olvidar las noches de verano "tomando el fresco" en la puerta de la Vítora, ni las noches de invierno junto a las lumbres escuchando las historias que nos contaba Moreno.
- Mujeres valientes, viudas, que criaron a sus hijos, con más imaginación y valor que con comida, SOLAS, sin estudios y sin recursos, que supieron dar a sus hijos los medios, los estudios y las herramientas para vivir dignamente.
- Mujeres, comadronas y parteras, que ayudaron a otras mujeres a traer al mundo a sus hijos, como la Rosa, la Clementa y la Herminia de Soto, o amas de leche, que compartieron el alimento más preciado de sus hijos con los hijos de otras mujeres. ¡Eso no tiene precio!
- Madres, catequistas, que sin ser teólogas supieron sentar las bases de nuestros principios morales o espirituales, y que después afianzaron las catequistas de vocación, como la mía, la Patro, la hija de la Angelina.
- Mujeres fuertes y sanas que llegaron a ser centenarias, como la hermana Candelaria.
- Mujeres, que como Colón, fueron en busca de otros mundos con sus maridos, con sus familias, o sin ellas, en pos de una vida mejor para los suyos, y lo consiguieron: como la Almeri de la hermana Flora que se fue hasta Noruega, la Fe, la Rosamari o la Rosi, la Adelina de Josete o la Meme hasta Francia, y más cerca, a Palma de Mallorca, donde tantísimas paisanas han empezado una nueva vida, y han conseguido las metas que se propusieron y mucho más de lo que ellas imaginaron, un ejemplo sería el de Miriam Muñoz Resta nieta de la Joaquina y de la Vicente, hija de la Segunda que en las actualidad es Concejala del ayuntamiento de Palma de Mallorca y diputada en Madrid por las Islas Baleares.
Pero todas ellas y sus descendientes nos reconfortan con su presencia, y tienen a gala tener sus raíces en Villapalacios.
- Mujeres, hermanas, compañeras del alma, por las que pondríamos la mano en el fuego, sabiendo que no nos quemaríamos, y que, a las que no somos madres, nos dan a conocer a el sentimiento más hermoso y el titulo más preciado: el de ser tía o chacha como decimos aquí.
- Mujeres, casadas, solteras o viudas, que decidieron por voluntad propia quedarse a vivir en Villapalacios, en su lugar de origen, con los suyos, y que tanta envidia sana nos dan a los que vivimos fuera.
- Mujeres, solteras que hicieron de madres de sus hermanos, de sus sobrinos, (puedo dar fe de ello) por decisión propia y por amor. Mujeres que no pudieron o no quisieron elegir el mundo del matrimonio, pero que BIEN FORMADAS, INFORMADAS, Y EDUCADAS, por las anteriores fueron VALIENTES, DECIDIDAS, EMPRENDEDORAS, y buscaron la forma de ser útiles a esta sociedad.
- Mujeres solteras como la Juana Linares que durante tantos años regentó su tienda, como la Manola que tenía el negocio más dulce y apetible de mayores y pequeños, el de los chambis de chuparse los dedos, la Amelia que fue nuestra primera bibliotecaria, y la Sacra primera funcionaria de nuestro ayuntamiento.
No puedo olvidarme de esas madres que tuvieron que sufrir el mayor dolor de los dolores, el de perder a un hijo, abuelas y madres, que no pudieron ver el fruto de sus esfuerzos, ilusiones y deseos, ni ver crecer a sus hijos ni a sus nietos, pero fue tan fuerte la semilla que plantaron en ellos, que siguen estando en nosotros, y el árbol que ellas plantaron ha dado los mejores frutos en sus hijos y en sus nietos
Mi amiga Gloria y yo sabemos, estamos seguras de que esto es así.
HOY el presente de las mujeres de Villapalacios es EL FRUTO DEL ESFUERZO, DEL CONOCIMIENTO, DE LA VALENTIA, Y DEL EJEMPLO DE AQUELLAS MUJERES QUE NoS PRECEDIERON, y que ha permitido que sus hijas y sus nietas ocupen puestos en todos los ámbitos de la sociedad y por tanto sean FORJADORAS, de nuestra historia contemporánea. Así, hay mujeres "paloteñas" que trabajan en el ámbito del
Comercio,
Medicina, sanidad, química y farmacia
Hostelería
Asistencia y ayuda en el hogar
Confección
Educación
Comunicaciones e informática
Mujeres concejalas
Mujeres jefas de Áreas de Vivienda
Mujeres directoras de empresa de limpieza
Religiosas
Secretarias de asociaciones culturales
Presidentas de asociaciones de jubilados
Mujeres presidentas de amas de casa
Mujeres funcionarias, ganaderas, pintoras, peluqueras, agricultoras, panaderas, bibliotecarias, economistas, jefas de oficinas de correos, abogadas, psicólogas, barrenderas, mujeres albañiles, que lo son, y algunas serán las primeras que reciben formación específica como profesionales en el sector de la construcción.
Estudiantes de todas las ramas del saber.
.Y mujeres como María Isabel Serrano Prada que ha abierto una página en la historia al ser elegida la primera mujer alcaldesa de Villapalacios en las pasadas elecciones municipales, y a la que quiero desear que se cumplan todos los anhelos, ilusiones y proyectos que se propuso para su legislatura.
Para terminar quiero expresar un pensamiento que yo creo sentimos todos los paloteños cuando estamos fuera de nuestro pueblo,
Como diría el poeta, mi amigo Juampe y yo:
"Una querencia sentimos por nuestros acento,
Una apetencia por la compañía de nuestros paisanos,
Y un dolencia de melancolía por la ausencia del aire del viento de nuestro pueblo"
Deseando que estas fiestas las vivamos como las hemos vivido en años anteriores: con alegría, cordialidad, en paz, y, como se dice en el mundo de los toros, "si el tiempo no lo impide", pues el permiso de la autoridad ya lo tenemos.
VIVA VILLAPALACIOS
Creo que sobra todo tipo de comentarios...
1 comentario:
Uno de los mejores pregones que he escuchado. Sí, sí, escuchado...porque mientras lo leía escuchando tu voz.
Enhorabuena y besiños desde Galicia.
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