Mi abuela creía en ese dios que se la llevó.
De pequeña me enseñó a rezar una oración que jamás podré olvidar. No por lo que decía sino por el tono de su voz al pronunciar aquellas palabras. Ella hacía que tuvieran sentido.
En su casa:
siestas eternas
veranos en punto de cruz
flores blancas el día de la madre
boniatos asados
toros
cine de barrio
bolsas de agua caliente en inviernos fríos
Eko en lugar de Cola-Cao
arreglar collejas
historias de antes,
lágrimas de sobremesa
los primeros desengaños
zapatillas junto a la chimenea el día de Reyes
Vacaciones Santillana
Nosferatu
copiosas comidas familiares
historias de santos y aparecidos
los mejores cumpleaños
perros, gatos, perdigones y canarios
bolsas de cotillón
disfraces improvisados
barajones de morcillas y chorizos
tarimones y colchones de esponja
cambiar el papel de las paredes
nostalgias
consejos
desplumar pollos
los higos
las lilas
las tardes de primavera, de sol en el corral
braseros con ascuas
soluciones a cualquier problema.
Perdemos mucho con esta muerte absurda. Un punto menos a favor del Todopoderoso. ¡QUÉ LE JODAANNNNNN!
Era, es y seguirá siendo una superviviente, era, es y seguirá siendo mi abuela, un gran punto de referencia y una mujer que ha echo , hace y hará mucho en mi vida.
Hoy para ella mi homenaje, a pesar de haber aprobado ayer la ley de la memoria historica, a pesar de ser muchas las personas que faltan hoy. Hoy más que nunca a mi me falta ELLA
1 comentario:
totalmente de acuerdo, yo también me acuerdo mucho de mi abuela... y me ha hecho gracia al leer tu post, todos pensamos que nuestra abuela es/era única, xq en verdad es así, pero en el fondo se parecen unas a otras, pues vivieron momentos complejos que seguramente conformaron muchos modos de vida parecidos.
besis
mateos
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